El pasado 17 de Mayo la vicepresidenta cométio un gran error que descadenó al instante en una grave crísis diplómatica con Italia. De la Vega acusó al ejecutivo de Berlusconi de aplicar una política de inmigración xenófoba, con actuaciones como redadas y expulsiones masivas que pueden "exaltar la violencia y el racismo". No con ésto añadió que en Italia no se está respetando ni la ley ni los derechos de los extranjeros.
Esto es una gran cagad de la vicepresidenta, ha genrado conflicto con un país que tradicionalmente es amigo y aliado (¿como España va sobrada en eso?). Lógicamente el embajador pidió explicaciones a Moncloa, y el señor Rodriguez Zapatero tuvo que pedir disculpas al ministro de exteriores de Italia.
El señor Berlusconi está buscando una solución para un problema insostenible que se da en UNA de sus ciudades, Nápoles, conocida como la ciudad sin ley, donde la violencia, los robos y los enfrentamietos entre culturas, está conviertiendo está ciudad en una batalla campal.
Debe ser que la señora de la Vega vive en Nápoles, y se enfrenta todas las mañanas a un territorio comanche, yo me pregunto ¿por qué esta señora se tiene que meter donde ni conococe ni hace por conocer? Hay un dicho que le viene al pelo, siempre ves la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, eso le pasa a esta señora. Mire usted para lo que tienen en su país (que no es poco) y deje de dar lecciones de moralidad y ética a los vecinos.
Este es otro claro ejemplo de que la señora de la Vega sufre el síndrome de la Moncloa. Esto es que en la historia de los presidentes de España, la primera legislatura que gobiernan son personas con los pies en la tierra, pero la segunda legislatura se les sube a la cabeza. En este gobierno esto se está dando más rápido en la vicepresidenta que en el propio presidente, aunque para él ya tiene bastante.
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1 comentario:
El caso es que con Chávez las relaciones vuelven a estar de puta madre.
Un saludo
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