Cada día que pasa la situación Gallega es más decadente. No hace mucho escuchábamos al señor Touriño decir que Galicia era una de las Comunidades Autónomas, que estaba mejor ante la etapa de crisis en la que se encontraba España, pero las cifras no reflejan este hecho, existen cada vez más expedientes de regulación y aumentan el número de personas en paro, en contra de las promesas realizadas por el bipartito al comienzo de la legislatura.
El bipartito pasó de prometer el pleno empleo a crear el pleno desempleo.
Sólo en Galicia, existen en este momento más de 11.500 personas sin trabajo, una cifra que va en aumento, 400 personas aumentan las listas del paro cada día. A este hecho se le suma la situación alarmante en la que se encuentran las empresas, ya que una de cada tres mantiene en Galicia un expediente de regulación abierto en la actualidad.
Creo que todo ciudadano gallego debería plantearse que no sólo las catástrofes naturales son acontecimientos por los que salir a la calle y protestar. Que todos nos enfrentemos a este gobierno que ha demostrado encarecidamente que no funciona, hacerles ver que no somos tontos, que somos perfectamente conscientes de que nos han mentido.
Se que muchas de esas personas que se manifestaron hace seis años, por aquella grave catástrofe, me tildará de exagerada, porque no les interesa ver la realidad, pero a todos ellos les quiero decir, que pasado todo este tiempo, si se diese otra situación semejante a la del Pestige, Galicia seguiría sin estar preparada, demostrando así, que los gobiernos que sucedieron al Partido Popular, tanto en Madrid como en Galicia, no nos han preparado para ello.
Por ello me pregunto, ¿dónde está toda aquella multitud que salía a la calle para hacer ver al gobierno que no lo estaba haciendo bien? ¿Por qué ahora se callan ante las múltiples muestras de incompetencia del bipartito?
Sinceramente pienso, que la gente ve la política como el fútbol, un aficionado del Madrid, nunca verá los errores de su equipo, y sería impensable que se cambiase y corease los goles del Barcelona; pero lo triste, es que la política no es un juego, que el futuro de nuestras Comunidad, está en las manos de los que elegimos como representantes, y que por ello debemos ser lo suficientemente inteligentes para darnos cuenta cuando lo están haciendo mal y ser capaces de obrar en consecuencia con nuestro derecho al voto.
El bipartito pasó de prometer el pleno empleo a crear el pleno desempleo.
Sólo en Galicia, existen en este momento más de 11.500 personas sin trabajo, una cifra que va en aumento, 400 personas aumentan las listas del paro cada día. A este hecho se le suma la situación alarmante en la que se encuentran las empresas, ya que una de cada tres mantiene en Galicia un expediente de regulación abierto en la actualidad.
Creo que todo ciudadano gallego debería plantearse que no sólo las catástrofes naturales son acontecimientos por los que salir a la calle y protestar. Que todos nos enfrentemos a este gobierno que ha demostrado encarecidamente que no funciona, hacerles ver que no somos tontos, que somos perfectamente conscientes de que nos han mentido.
Se que muchas de esas personas que se manifestaron hace seis años, por aquella grave catástrofe, me tildará de exagerada, porque no les interesa ver la realidad, pero a todos ellos les quiero decir, que pasado todo este tiempo, si se diese otra situación semejante a la del Pestige, Galicia seguiría sin estar preparada, demostrando así, que los gobiernos que sucedieron al Partido Popular, tanto en Madrid como en Galicia, no nos han preparado para ello.
Por ello me pregunto, ¿dónde está toda aquella multitud que salía a la calle para hacer ver al gobierno que no lo estaba haciendo bien? ¿Por qué ahora se callan ante las múltiples muestras de incompetencia del bipartito?
Sinceramente pienso, que la gente ve la política como el fútbol, un aficionado del Madrid, nunca verá los errores de su equipo, y sería impensable que se cambiase y corease los goles del Barcelona; pero lo triste, es que la política no es un juego, que el futuro de nuestras Comunidad, está en las manos de los que elegimos como representantes, y que por ello debemos ser lo suficientemente inteligentes para darnos cuenta cuando lo están haciendo mal y ser capaces de obrar en consecuencia con nuestro derecho al voto.